Un avance en la tecnología de sensores RFID está transformando los protocolos de mantenimiento de aeronaves, con etiquetas de nuevo desarrollo capaces de soportar temperaturas de escape de motores a reacción superiores a 300 °C, a la vez que monitorizan continuamente el estado de los componentes. Los dispositivos con encapsulado cerámico, probados durante 23 000 horas de vuelo en rutas de larga distancia, proporcionan datos en tiempo real sobre la fatiga del metal, los patrones de vibración y la degradación del lubricante.
El sistema emplea principios de reflectometría en el dominio del tiempo (TDR), donde las etiquetas RFID actúan como extensómetros pasivos. Los equipos de mantenimiento ahora pueden detectar grietas en los álabes de las turbinas entre 72 y 96 horas antes de que los métodos ultrasónicos tradicionales detecten problemas. Este avance se produce en un momento en que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) endurece las normas de seguridad, exigiendo gemelos digitales para todos los componentes críticos de vuelo para 2025.
Un director técnico anónimo de un fabricante aeroespacial europeo reveló: «Nuestros algoritmos predictivos analizan más de 140 parámetros de cada pieza etiquetada, lo que reduce las incidencias de mantenimiento de emergencia en un 60 %». La función de autocalibración de las etiquetas, alimentada por la captación de energía de las vibraciones del motor, elimina la necesidad de cambiar la batería, una ventaja crucial para componentes de difícil acceso.
Hora de publicación: 10 de marzo de 2025